EPÍLOGO.

MANIFIESTO

YO CREO…

 
  • Firmemente que todos los seres humanos tenemos dones y talentos que nos hacen únicos. Debemos ejercer el derecho a descubrirlos y poder consagrarnos a ellos. 

  • Que la cultura y el conocimiento nos hacen más libres. 

  • Que el arte puede ser una experiencia sanadora.

  • En las sociedades mestizas donde las diferencias son sinónimo de riqueza y no motivo de desprecio.

  • Que la belleza, aún estando sobrevalorada y mal entendida, es tan necesaria como el agua.

  • Que, sin lo menos bello, lo extraordinariamente hermoso no tendría el mismo valor. Los opuestos tienen una intrincada e indisoluble razón de ser. 

  • Que el buen diseño hace del mundo un lugar mejor. Los creadores tienen un gran impacto en cómo vivimos nuestras vidas.

  • Que el lujo, entendido como entrega a la excelencia, es un exponente social digno de las culturas más desarrolladas. 

  • Que vivimos tiempos de mentira, avaricia y oscuridad. Cada uno de nosotros debemos aportar nuestra dosis de verdad, generosidad y transparencia.

  • Que ética y estética siempre deberían ir de la mano. Si no, el resultado es desastroso.

  • Que los jueces del buen gusto son enemigos públicos.